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JAUME VIDAL ARASA

Text publicat a la revista Laboratorio Mexicano de improvisación el maig del 2016.

 

 

IMPROVIS-ACCIÓN

 

Por Jaume Vidal

El fenómeno creativo reside en la concepción de un estado no presente en anterioridad. Esto que les parecerá  ser un frase lapidaria de las que buscan muchos creadores para ser recordados no es más que el resultado del análisis de los pasos que algunos creativos siguen para crear. Es decir, que debemos mirar cómo se nos ocurren la cosas y replicar parecidas metodologías para extraer de nosotros mismos algo cuya presencia no era antes. Metodologías hay muchas para muchos perfiles de creadores pero podríamos llegar a unas leyes universales que por supuesto no hemos inventado aquí. No hacemos más que recolectar y plasmar entre estas líneas.

Crear es una acción desde el momento que convierte el “no ser” en “ser”. Este cambio reside en un hecho que algunos llaman concepción, otros génesis y  otros tantos el fruto de la inspiración. Pero consideramos que la inspiración es un estado aún anterior a esta materialización. La inspiración es la activación del engranaje que conseguirá mediante diversos mecanismos materializar desde la idea un “algo” nuevo.

En numerosas ocasiones se nombra a la inspiración como causante de cualquier creación pero si analizamos bien los procesos nos daremos cuenta que no hay nada más lejos de la realidad.

Cuando Pablo Picasso dijo que la inspiración nos tenía que encontrar en el taller trabajando se refería a que no podíamos esperar a que un día nos levantáramos con una idea nueva en la cabeza y que al poner un pie en el suelo seriamos capaces de reproducirla. Para que se diera este resultado había que poner en la pizarra una ecuación con numerosos factores que serian valores variables para condicionar el resultado.

Uno de los valores que principalmente debemos incluir en la ecuación es el de la competencia técnica. Uno no puede esculpir un Moisés en un bloque de mármol si no tiene los conocimientos técnicos adecuados. Otro de los factores es el conocimiento previo del artista en cuanto que deberá utilizar conceptos frecuentemente alejados entre sí para crear nuevas ideas. Alguien sin conocimientos previos no será capaz de cocinarlos para elaborar nuevos productos. Por supuesto que los condicionantes del estado mental del artista y su predisposición al trabajo serán igual de importantes. Sin ello, la desgana del artista echaría a perder grandes ideas que podrían llegar a ser grandes obras.

Una vez que estos y muchos otros factores de la gran ecuación que es la creatividad están con sus valores al máximo, es cuando uno se puede lanzar a la acción porque será entonces cuando las palabras saldrán de la pluma, cuando la música podrá fluir libremente y cuando las grandes ideas se materializarán en grandes obras. Porque para conseguir que de una improvisación nazcan grandes trazos, tendremos que pasar a la acción. Y llevar encima todas la herramientas necesarias.